El momento que determina el tránsito entre la edad adulta y la edad senior varía según la raza y tamaño del perro. En general, los perros de tamaño grande o gigante tienen una esperanza de vida más corta que los pequeños. Por ejemplo, se espera que un perro de gran talla pueda llegar a vivir de 9 a 11 años, mientras que otro de tamaño mini pueda alcanzar incluso los 17 o 18 años de edad.
¿Notas que tu perro está envejeciendo?
El envejecimiento es un proceso natural. La aparición de los primeros signos de la edad puede variar en función de diversos factores como el tamaño o el modo de vida de la mascota. En términos generales se puede considerar que a partir de los siete años u ocho años el perro comenzaría a entrar en la primera etapa de madurez en la que un alimento específico y unos hábitos saludables, como el ejercicio moderado y el cuidado de su higiene, le ayudarán a mantener una excelente calidad de vida.
A veces, estos primeros indicios de que nuestro perro ya está entrando en la etapa senior no son muy evidentes y nos pueden pasar desapercibidos.
Presta atención a estos signos
- Disminución del apetito y dificultades en la movilidad.
- Signos de menor rendimiento cognitivo.
- Cambios progresivos en su conducta habitual (alteración de las fases de sueño, cambios en el comportamiento, desorientación, vocalizaciones, incontinencia urinaria, etc.)
- Aparición de pelos blancos alrededor del hocico u ojos.
Prevenir la demencia senil
Al igual que sucede en los seres humanos, tanto el sistema nervioso como el cerebro del perro se ven afectados por el envejecimiento, por ello es necesario aportar nutrientes de alto poder antioxidante para combatir los radicales libres, como el extracto de cúrcuma (un antioxidante más potente que las vitaminas C y E) para contribuir a mantener saludable la función cognitiva.
Los ácidos grasos omega3, en concreto el DHA (ácido docosahexanoico), son aún más importantes para retardar el deterioro cerebral geriátrico al ser fundamentales para prevenir la desmielinización previa a la pérdida de la función cognitiva y la demencia senil.
Cuidar el corazón y prevenir la obesidad
Los trastornos en la función cardíaca también pueden ser uno de los problemas asociados a la edad. Para favorecer la buena salud del corazón, es importante que su alimento aporte taurina, un aminoácido que favorece la fortaleza del músculo cardíaco.
El sobrepeso y la obesidad suelen aparecer en esta etapa de la vida al disminuir la tasa metabólica del perro según aumenta su edad. Ambos son importantes factores de riesgo para su salud durante todas las etapas de su vida, pero combatirlos es esencial en la etapa de madurez y vejez del perro, ya que su presencia puede agravar otras patologías asociadas al envejecimiento.
Para mantenerlo en su peso ideal es fundamental respetar las cantidades diarias recomendadas de alimento, procurar que realice un ejercicio moderado y de acuerdo a sus capacidades, y proporcionar un pienso, cuya fórmula sea baja en calorías, rica en fibras y esté enriquecida con L-Carnitina –que, al estimular el metabolismo de las grasas y tonificar la musculatura, ayuda a controlar el peso de forma saludable.