La esterilización, tanto de machos como de hembras, es una intervención quirúrgica frecuente en la clínica veterinaria. Tras ella, y como uno de los principales cambios fisiológicos asociados se sabe que el riesgo de obesidad se duplica entre los perros esterilizados. Por ello es fundamental instaurar un plan nutricional específico adaptado a la nuevas necesidades energéticas de nuestro perro.
Riesgo de obesidad
Como se ha señalado uno de los más frecuentes y remarcables es la obesidad, ya que está relacionada con los cambios que se producen en el metabolismo del perro. Como consecuencia de la reducción de hormonas sexuales (estrógenos y testosterona) se produce una ralentización del metabolismo similar a la que ocurre en animales geriátricos, pero a una edad más temprana y, a menudo, esto coincide con un mayor apetito en estos perros; así el aumento de peso vendrá determinado por un desequilibrio entre la ingesta de alimento y el gasto de calorías.
Cambios en el comportamiento
Además, pueden producirse, aunque no siempre, algunos cambios en el comportamiento (relacionados con la falta de hormonas sexuales, que disminuye la tendencia al vagabundeo o la deambulación) que conllevan una menor actividad de los perros esterilizados, y una disminución significativa del gasto energético.
Otras hormonas no sexuales se ven implicadas en el proceso de crecimiento y aumento del tejido graso, como por ejemplo, la leptina que regula el apetito a nivel del sistema nervioso central. En los perros, y también en los gatos, ya obesos de observa un síndrome de resistencia a esta hormona.
Consecuencias de la obesidad
- Problemas osteoarticulares: el sobrepeso supone una sobrecarga “extra” para las articulaciones del perro y favorece el desgaste de las mismas. La molestia y dolor que esto supone para él provoca que al perro le resulte incómodo hacer ejercicio y reduce su movilidad, lo que fomenta la obesidad, entrando en un círculo vicioso.
- Aumenta el riesgo de algunas patologías como la diabetes mellitus, hepatopatías, hipotiroidismo, enfermedades renales, patologías del tracto urinario, y problemas cardiovasculares son frecuentes en los perros obesos.
- Intolerancia al esfuerzo.
- Limitación de la longevidad.
- Se ha observado que frecuentemente los perros obesos presentan desarrollo de lipomas.
- Complicaciones en las revisiones y actos veterinarios rutinarios: dificultades para la exploración o en posibles intervenciones quirúrgicas que el perro necesite en su vida.
Visualizar el cuerpo del perro
A veces, junto con el control del peso, la imagen que percibimos de su morfología nos ayudan a comprender la importancia de ofrecer una nutrición específica para el perro. El Índice de Condición Corporal es una herramienta útil en la lucha contra la obesidad.