Los trastornos cutáneos o hipersensibilidad, producidos por las alergias alimentarias o reacciones adversas al alimento (RAA) producen numerosos signos de molestia, de leves a severos, e incomodidad para el perro. Sus manifestaciones pueden aparecer en cualquier edad: prurito no estacional (se pueden producir lesiones en cara, orejas, axilas, región inguinal y abdomen), descamación, eczemas o enrojecimiento; además suponen una gran preocupación para el propietario del perro. La alimentación desempeña un papel fundamental.
Si tu perro tiene problemas de piel, las proteínas de su pienso deben ser de alto poder biológico y analergénicas
La solución más innovadora se fundamenta en utilizar la tecnología para, además de utilizar nuevas fuentes de proteína, asegurarnos de que estas no provoquen la reacción alérgica. Para conseguirlo se utilizan procesos mecánicos, térmicos y químicos que rompen las proteínas en péptidos y aminoácidos irreconocibles por el sistema inmune ya que su peso molecular es tan bajo que le resultan “invisibles”. Esto es lo que hacemos con las plumas de ave.
El efecto antiinflamatorio natural de los ácidos grasos omega3 para tu perro
Los omega3 actúan inhibiendo los mediadores de la inflamación, y si esta se produjese, suavizando sus síntomas (rubor, calor, tumor y dolor), de modo similar a como lo actuaría un antiinflamatorio. Por otro lado, la respuesta del sistema inmune a una alergia es un mecanismo muy similar al que desencadena la inflamación, los omega3 tienen también un efecto desensibilizante, elevando el umbral de la respuesta del sistema inmune a la alergia. También ayudan en casos de alergias no alimentarias como las de origen atópico o de contacto.
Es fundamental incorporar estos omega3 de fuentes naturales de excelente calidad, como el aceite de salmón (triglicéridos) y el krill del Antártico (fosfolípidos). Los fosfolípidos del krill son moléculas más pequeñas y mucho más eficaces debido a su alta biodisponibilidad, dado que atraviesan las membranas biológicas más fácilmente que los triglicéridos, que provienen del aceite de salmón.
Otro de los efectos beneficiosos de los ácidos grasos omega3 es el efecto trófico sobre todos los epitelios, y en especial la piel, por eso en el caso de dermatitis o descamaciones, la piel se regenera más rápido y mejora su tono y elasticidad. Por otra parte, los efectos sobre el pelaje son espectaculares, consiguiendo más brillo y mejor calidad de pelo.