El estado general de la piel y el pelaje de nuestro perro son buenos indicadores de su salud. Un pelo sano debe ser brillante y fuerte, no frágil, opaco o quebradizo, y una piel saludable debe ser flexible y limpia, no grasa, escamosa o con lesiones. La nutrición tiene una influencia directa sobre el estado de la piel y el pelo. La carencia de ciertos nutrientes puede provocar trastornos cutáneos, mientras que el aporte de otros componentes en el pienso puede proporcionar decisivos beneficios.
La piel es el órgano más grande del perro
La piel es el órgano más grande del cuerpo, y las células de la piel cambian y se reponen rápidamente. En la mayoría de los perros, la práctica totalidad de la piel está cubierta de pelo que, independientemente del tipo de manto o raza, crece constantemente y muda estacionalmente. Por tanto es un órgano muy exigentenutricionalmente, y cualquier desequilibrio alimentario o proporcionar un pienso que no sea de excelente calidad, repercute, además muy rápidamente, en su estado.
La piel y el perro necesitan proteínas para su salud
Las proteínas son nutrientes esenciales cuando se trata de piel y pelo. Casi una tercera parte de las proteínas que ingiere el perro se van destinadas al mantenimiento de la salud la piel y el pelaje. Especialmente importantes son las que conllevan un aporte significativo de aminoácidos azufrados como la metionina y la cisteína, por su intervención la síntesis de la queratina. Un factor esencial es la calidad y biodisponibilidad de las proteínas. El organismo del perro puede utilizar las proteínas dependiendo de su digestibilidad y de su valor biológico, esto es lo más importante. No todas las proteínas son iguales.
Las proteínas biodisponibles
Las proteínas más digestibles son las que se convierten fácilmente en nutrientes «útiles» para el perro y además, dado que contienen todos los aminoácidos esenciales para cubrir las necesidades nutricionales del animal, se les conoce como «proteínas de alta calidad».
¿Qué son los oligoelementos?
Son elementos minerales que actúan en el organismo en concentraciones muy pequeñas. Intervienen en multitud de reacciones metabólicas. Los más directamente relacionados con la salud de la piel y la calidad del pelaje son el hierro, el zinc y el cobre.
El hierro
Es un mineral fundamental en el organismo, muy relacionado con el transporte de oxígeno en la sangre que alimenta todos los tejidos.
El zinc
Es un componente esencial para la síntesis del colágeno y la queratina, un mineral fundamental para favorecer la integridad de la piel y la calidad del pelo. En el caso de animales jóvenes su deficiencia causa retraso en el crecimiento porque es básico para la síntesis de proteínas. Debido a ello aparecerán también lesiones cutáneas, dermatosis, pelo y piel secos y quebradizos, alopecia e hiperqueratinización. Un aporte adecuado de este mineral es su pienso habitual, no hace necesaria la suplementación extra.
El cobre
La deficiencia de cobre en la alimentación produce pérdida de densidad del pelaje y pobreza en su calidad (está sin brillo y seco).