Los perros que practican deportes o trabajo deportivo requieren una serie de cuidados especiales, propios de los atletas. Esto significa que necesitarán fisioterapia, estiramientos, masajes, una planificación de los entrenamientos y, por supuesto, seleccionar un alimento específico que satisfaga sus altas demandas energéticas, favorezca su rendimiento y promueva su salud. Por ello es fundamental conocer las diferencias existentes entre el ejercicio de tipo anaeróbico y el de tipo aeróbico.
Diferencias entre el ejercicio anaeróbico y el aeróbico en los perros
Vamos a tratar las características metabólicas de ambos tipos de ejercicio, pero debemos tener en cuenta que, aunque en cualquier tipo de deporte canino siempre se dan fases aeróbicas y anaeróbicas, una de ellas siempre predomina de forma notable, por lo que solemos clasificarlos en aeróbicos y anaeróbicos. Un ejemplo sería en una carrera de Mushing de larga distancia, deporte aeróbico (de resistencia) por antonomasia, un corto sprint para adelantar otro tiro constituiría un lapso anaeróbico dentro de la pauta general de aerobiosis de esta disciplina.
Ejercicio anaeróbico: intenso pero breve
Entendemos por ejercicio anaeróbico aquel en el que el esfuerzo físico es muy intenso y se realiza en un corto periodo de tiempo. Aquí estarían encuadrados el Agility, el Flyball y el DiscDog, que son deportes explosivos en los que la velocidad, las carreras cortas y los saltos son los protagonistas, con cambios bruscos de ritmo e impactos fuertes. En estas disciplinas el esfuerzo del perro es muy potente pero breve.
Una fuente de energía rápida para los perros: los carbohidratos
A pesar de lo que pueda parecer cuando vemos estos espectaculares deportes, el desgaste energético del perro no es excesivo, ya que el esfuerzo se concentra en apenas unos minutos, o menos, por lo tanto necesitan una fuente de energía principal rápida y de excelente digestibilidad.
Para los perros que practican estos deportes no es necesario utilizar un pienso rico en grasa, (los denominados “alta energía”), ya que la fuente de energía ideal es la que proviene de los hidratos de carbono, la energía aportada por estos se acumula en el organismo en forma de glucógeno en el hígado y en los músculos. Cuando un perro realiza un ejercicio explosivo de tipo anaeróbico la energía se obtiene a través del glucógeno muscular. Cuando este se agota, si el ejercicio se repite varias veces, se libera glucógeno hepático hacia el torrente sanguíneo para reponer el glucógeno muscular consumido.